¿tristeza o alegría?

Hola familia, espero que estas reflexiones de nuestro andar en el valle de lo cotidiano y ordinario les estén siendo útiles. Ayer veíamos que algo que puede cortar el suministro continuo del poder del Espíritu Santo a nuestras vidas es que cortemos la conexión al dejar de tener un tiempo constante en la presencia de Dios.

Hoy vamos a ver otra cosa que puede interrumpir el suministro del Espíritu Santo en nuestras vidas. Es una cita conmovedora en Efesios 4:30.

No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención (NTV).

Una versión inglesa dice: “no lo hagan sentirse infeliz.” La forma en que vivimos, las cosas que nos permitimos, las cosas que decimos, todo esto es contribuye a la felicidad o a la tristeza del Espíritu Santo.

Primero, hablemos de la tristeza, para terminar en una nota positiva. Si nosotros vemos el pasaje en su contexto inmediato, físicamente en nuestras biblias, se ve así:

Si eres ladrón, deja de robar. En cambio, usa tus manos en un buen trabajo digno y luego comparte generosamente con los que tienen necesidad. No empleen un lenguaje grosero ni ofensivo. Que todo lo que digan sea bueno y útil, a fin de que sus palabras resulten de estímulo para quienes las oigan. No entristezcan al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven. Recuerden que él los identificó como suyos, y así les ha garantizado que serán salvos el día de la redención Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. (Efesios 4:28-31 NTV).

¿Pueden verlo? El Espíritu Santo allí en medio, en el interior de nuestro ser, rodeado por delante y por detrás, por arriba y por abajo, de una conducta (noten las frases: “la forma en que viven,” “conducta”) que lo hace infeliz. Acciones, como el robo o la estafa; palabras ofensivas y llenas de ira. Toda clase de conducta mala. Casi pareciera como que el Espíritu Santo está allí apretujado claustrofóbicamente. ¿Lo puedes ver? (Lo puse en letras negritas). Todas estas cosas están muy claras y todas ellas interrumpen el suministro de gozo y poder que el Espíritu Santo quiere impartir a nuestras vidas. Pero, lo más trágico es que le afectan a él lo hacen sentir triste, infeliz.

Que diferente el causarle alegría. Un momento en el evangelio que refleja la felicidad del Espíritu Santo es cuando los discípulos regresan después de una misión exitosa. Los discípulos venían felices y sorprendidos del poder que se manifestó mientras ellos llevaban el evangelio a las diferentes aldeas de Israel. Dice que cuando regresaron felices, «Jesús se llenó del gozo del Espíritu Santo» (Lucas 10:21).

En otras palabras la alegría del Espíritu Santo surgió del interior de nuestro Señor y lo envolvió por completo. Porque pudo haber dicho simplemente que “Jesús se alegró,” pero la frase: “se llenó del gozo del Espíritu Santo” es muy gráfica. No sabemos que otras expresiones acompañaron a este gozo, si rió o danzó de alegría como el rey David ante el arca o qué, pero sabemos que la alegría del Espíritu Santo lo domino por completo y alabó a su Padre: «Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra...» Lo cual nos recuerda a Efesios 5:18-20 «...sean llenos del Espíritu Santo cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.» Bien podría decir “sean llenos del gozo del Espíritu Santo cantando y dando gracias.”

Es como como cuando nuestros equipos de misiones de Redes regresan de visitar nuestros diferentes campus. Este fin de semana, por ejemplo, un equipo regresó de nuestro campus en Brisas y otro del de Colima, y regresaron llenos de gozo del Espíritu Santo. Y hay muchas otras maneras de alegrar el Espíritu Santo en nuestro interior. ¿Puedes pensar en algunas? Puedes decirme abajo en al área de comentarios.

Así que, ¿qué va a ser, alegría o tristeza, para el Espíritu Santo? Está en tus manos decidirlo.