Si declaras abiertamente que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de los muertos, serás salvo. Romanos 10:9
La idea es que reconocer a Jesús como Señor es algo mucho más profundo que hacer una oración un domingo al final del servicio. Cuando Pablo usa la palabra “Señor” está plenamente consciente de que es la misma palabra que se usa para hablar de Dios en el Antiguo Testamento, de manera que identifica a Jesús con el Dios judío.
Por otro lado, la palabra “Señor” significa literalmente “Amo.” Reconocer a Jesús como “Señor”, implica reconocerse a uno mismo como “esclavo,” pues, aunque dice en español “siervo”, la palabra se traduce más fielmente como “esclavo.”
Pablo cuando se presenta en cada una de sus cartas se refiere a si mismo como “esclavo del Señor.” “Pablo, siervo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio de Dios” (Rom.1:1). “Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús, a todos los creyentes en Cristo Jesús que están en Filipos, junto con los obispos y diáconos” (Filipenses 1:1). “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, llamado para que, mediante la fe, los elegidos de Dios lleguen a conocer la verdad que conduce a la devoción” (Tito 1:1).
Hay algunas características que tenían los esclavos del siglo I que podemos rescatar:
• Su vida pertenecía a su dueño
• Su valor dependía de la importancia de su dueño. Es decir, un siervo tenía más honor al pertenecer a un dueño más destacado.
• Su función era reflejar en cada cosa que hiciera la voluntad de su dueño. Por ejemplo, si era enviado a hacer un negocio, tenía que esforzarse en actuar de la misma manera en que su dueño actuaría.
• Siempre tenía que enfocarse en los intereses de su dueño
“Su señor respondió: «¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!»” Mateo 25:21.
Este fue un buen siervo porque trabajó por los intereses de su amo.
Necesitamos reconocer que cualquiera que sea nuestro llamado, lo más importante es que somos siervos. Fuimos llamados a servir a Dios a través de servir a las personas a nuestro alrededor.
«Señor, después de leer todo esto, ahora mismo que te llamo “Señor” lo hago con un mayor peso de significado. Te pido tu ayuda para honrarte y obedecerte como el esclavo de amor que soy. Gracias por permitirme servirte como lo haría un esclavo a su amo. Tú eres el mejor de ellos!»
Agradezco a Danielita Orozco por este material.
Gracias Señor mío, gracias por permitirme ser tu siervo y esclavo, ayúdame a servirte fielmente sabiendo que tú eres el único señor y salvador. Amen
Y gracias a Él que nos eligió, pues sino de todas maneras seguiríamos siendo esclavos pero de otros “dioses”, y él es el único Dios verdadero al que hay que servir, y por su amor nos hizo sus hijos y nos llama amigos 🙏🏻✝️♥️
Sin duda esta relación con Dios nos da una clara visión de su real soberanía en nuestras vidas !
Gracias Pastor 🙏🏼